Tor des Geants 330 se celebra durante la segunda semana de Septiembre cada año, recorre todo el valle italiano de Aosta comenzando y terminando a los pies del Mont Blanc, en la localidad de Courmayeur.
Los números son 330 kilómetros, 25000 metros positivos y 25000 metros negativos, 150 horas de límite, la altura media transcurre entre 2500 y 3000 metros de altitud.
Para conseguir un dorsal hay que participar en un sorteo, y además aportar experiencia previa.
¡Vamos con la crónica que nos deja Miguel Madrid!
En mi caso, solicité el dorsal tras acabar EUPHORIA ULTRA TRAIL en Andorra, edición 2018, otra aventura extrema que consiste en recorrer todo el país de Andorra por su perímetro hoyando todas las cimas que bordean sus fronteras naturales, sin balizar, con ayuda de gps y además en pareja, requisito imprescindible. Juanma y yo conseguimos llegar en 112 horas, los últimos, en medio de una gran tormenta. La llega a la meta fue una fiesta inesperada con fuegos artificiales y la entrega de medalla rodeados de fotógrafos y televisión en directo, nos ofrecieron una silla y una gran cerveza mientras nos entrevistaron varios medios de comunicación, los últimos en estas pruebas son tan admirados como los primeros, fue inolvidable y my emotivo el recibimiento.
Volviendo al TOR, llegó la pandemia COVID 19 y tuvieron que suspender varias ediciones, posponiendo a los admitidos a hacer uso del dorsal durante los próximos años.
En mi caso, este año 2023 era el último para disponerlo. Llevaba 4 años sin participar en ultra trail y/o triatlón de larga distancia. Durante la pandemia me había dedicado a entrenar por mi cuenta, a nivel de mantenimiento.
Cuando pudimos salir del caos pandémico y las restricciones, me planteo junto a Mary hacer el circuito de ULTRAMAN OFICIAL en ESTADOS UNIDOS (Arizona, Canada, Florida y Hawaii), con la experiencia previa que tuvimos en el de Australia en 2019.
Dedido acudir a Eneko, entrenador de triatlón, especialmente para intentar mejorar la natación.
Tras finalizar Arizona y Hawaii en 2022, este año 2023 hemos participado en el de Canadá en Julio 2023, apenas 2 meses antes de participar en el TOR DES GEANTS.
Conjuntamente con Eneko y los entrenos semanales de rutina para ultraman, ya que tenemos propósito de participar en Florida el próximo Febrero 2024 y completar el circuito ultraman, Mary (mi mujer) y yo, establecemos un planning de entrenamiento intensivo de salidas largas durante los fines de semana y la corta estancia posterior al ultraman en Canada. Intentamos hacer bastante desnivel y con peso superior al que llevamos en ultras. Hacemos 4 salidas montañeras en Canada y a la vuelta a España, continuamos sin descanso durante 4 fines de semana seguidos en el mes de Agosto, madrugando para viajar (salida 2,30 am) y haciendo dos jornadas seguidas sábado y domingo de 13-14 horas por Sierra Nevada a cotas de 3000 metros, el peso de las mochilas entre 8 y 10 kgs.
El 8 de septiempre volamos a Turín para desplazarnos por coche hasta Courmayeur donde nos esperan el resto de los 1200 participantes de 80 nacionalidades.
Mary participaría en el TOR 130, otra aventura extrema, de menor distancia y desnivel, pero igual exigencia por el tiempo de corte (44 horas). 500 participantes.
Afrontamos el terreno más técnico de toda la carrera, casi 60 kms y 6000 metros positivos, hasta alcanzar los 204 kms de carrera, en la base de vida de la localidad de Gressoney.
Después de la salvajada de día aquí decido parar bastante tiempo, al final se me van casi 4 horas con ducha, comida-cena, cura de ampollas y unos 40 minutos de sueño.
Quedo con Jorge de Barcelona en que salimos a las 10 de la noche, él lleva asistencia con unos amigos y se va a la caravana que han alquilado para comer y dormir más tranquilo, a mí me toca dormir en las gradas del pabellón polideportivo (base de vida).
Salgo flojito, noto que me falta energy y voy bastante cansado y enseguida empieza el sueño a hacer de las suyas (tercera noche), la primera subida de 1.600 metros positivos no consigo seguir a Jorge, al que le insisto que por favor se vaya, y que se olvide de ir conmigo, tenemos que hacer cada uno nuestra carrera, porque después puede ser él quien tenga momentos peores.
No me hace caso en los primeros kilómetros y me va esperando, cuando amanece vuelve a ver a sus amigos y después de hablar con ellos si que se va y me deja atrás…
A la vez, por detrás viene Sergio de Almería, al que dejé yo antes unas 2 horas detrás de mí, al final no hace tanto descanso como yo en las bases de vida y consigue cogerme.
La misma situación que con Jorge, él quiere que vayamos juntos por si tenemos algún problema, y yo le insisto que no, se adapta a mi ritmo y me sigue.
Vuelve la noche y hacemos otra base de vida donde descanso mucho menos porque ya tenemos los cortes de carrera más cerca, aun así unas 2 horas se van.
Salgo más fuerte, y Sergio va a menos, aun así intenta seguirme, yo no bajo mi ritmo para esperarlo, lo tengo clarísimo por la experiencia de otras ultras parecidas o mejor dicho algo parecidas, esto es otra dimensión.
Finalmente tras un avituallamiento en un refugio precioso al amanecer, donde me pongo las botas comiendo queso italiano por enésima vez, lo dejo en la úlitma subida al enésimo collado, y ya en la bajada de 16 kilómetros lo pierdo de vista.
Mary está esperándome abajo, en la próxima base de vida, no ha conseguido entrar en los cortes de su carrera, que según me comenta ha sido muy heavy al llover casi desde el principio y no poder avanzar, sobre todo en los descensos por el terreno embarrado y lluvioso (peligroso), solo 150 de 500 logran terminar me comenta.
Me pongo las botas comiendo croissants típicos con pistacho, mermelada… menudo festín me ha preparado Mary, como me conoce. Salgo con todo el equipo y ahorrando mucho tiempo gracias a Mary, que incluso me da un masaje en los cuádriceps mientras como, además de llenar mis bidones, revisar nutri de mochila, cambiar zapatillas, recoger y ordenar todo en la bolsa de vida…
Subidones y bajadones, pasamos otra base de vida… ducha, cambio vendajes ampollas talones con Francesca, una enfermera voluntaria de Génova con la que hago una especial amistad porque me reconoce cada vez que voy a pedirles la vez, con mis chanclas del Athletic Club de Bilbao, la primera vez que me vio en una de las bases de vida le encantó porque ella acababa de venir de vacaciones de Bilbao y tiene grandes recuerdos. Super-comida que me trae Mary, polenta recién hecha con salchicas, típico de la zona… y llegamos a la última base de vida, ya de noche, superMary siempre haciendo kilómetros para ir a mi encuentro y acompañarme hasta la base, me hace un mundo con su ayuda.
Llego ya de noche a Bosses, los voluntarios y vecinos me reciben en tono festivo, me ofrecen licor italiano y me animo a brindar con ellos, es espectacular como se vuelcan algunos voluntarios vienen de todo el país a ayudar sin cobrar nada, empiezo a entender un poco por qué la gente repite esta carrera….
Subimos al refugio previo al Col de la Malatá, casi 3000 mts, el último collado antes de bajar hasta Courmayeur para entrar por la FINISH LINE.
Y de parte del TOR y para que tenga un buen recuerdo, me toca hacer toda la subida con lluvia fina, además conforme voy subiendo aparece la niebla, cada vez más espesa y con algunas rachas de viento frío que te deja helado si paras, apenas consigo ver bien con el frontal, porque el reflejo en la niebla no te deja seguir bien las señales.
Alcanzamos el mítico refugio Frassati donde paro 20 minutos degustando varias tazas de té caliente, al salir para continuar a La Malatra, veo a gente perdida que se ha equivocado de dirección, les doy un grito y se reagrupan detrás de mí, pero me siento algo fuerte y los voy dejando atrás. No obstante, voy mirando hacia ellos para que vayan viendo la luz de referencia, observé que iban muy cansados, son los efectos de la falta de sueño y especialmente de la poca visibilidad, en esas condiciones te puedes perder fácilmente.
Amanece en el col de la Malatrá, me sorprende un fotógrafo super abrigado, me quedo flipado, hasta pienso si es una alucinación, pero estoy bien de sueño y no, poso unas cuentas veces sonriente y observo que empieza a amanecer. Este es el último collado antes de bajar a Courmayeur, si consigues llegar hasta aquí ya es inevitable imaginarte entrando en meta.
Toca bajada ultra larga con un par de subidas por en medio, no hay que parar pero tampoco hacerse idea de lo que falta, ya me ha enseñado esa lección esta carrera. Paso a paso sin parar y si es posible sin pensar, sólo avanzar.
Alcanzamos el tramo final que coincide con el recorrido de UTMB, discurre por en medio de un frondoso bosque que se vuelve más técnico cuando ya se divisa al fondo del valle Courmayeur, última bajada y técnica, adelanto a una chica bajando de espaldas, me sorprende especialmente por la agilidad y la rapidez que lleva, todo para evitar los dolores en las rodillas.
Entro en Courmayeur por los jardines aledaños, son algo más de las 11 de la mañana, el pueblo está muy ambientado con gente por todos lados, antes de coger la calle que lleva a la meta nos esperan clases de niños pequeños con sus profesores para felicitarnos chocando sus manitas, esto es emocionante, no puedo evitar que se escape alguna lágrima.
Sin darme cuenta empiezo a correr hacia la meta, me encuentroa Mary y Jorge, que ya ha llegado a meta con sus amigos, les doy abrazos, besos…sigo corriendo, Mary me grita… Miguel el móvil!!!!! No me doy cuenta que ha salido despedido de un bolsillo de la mochila, sigo corriendo, adelanto a 2 personas que llegan juntas y con más tranquilidad, alcanzo la larga alfombra y subo la plataforma final con la pancarta de FINISHER cruzando mis palos en forma de X al cielo, es el símbolo del TOR: eXperiencia, eXtrema, eXtraordinaria… me cuelgan la medalla, me echan fotos mientras firmo en la PANCARTA de los FINISHERS, congratulations Miguel, you are a GIANT (felicidades Miguel, ya eres un GIGANTE), me voy corriendo a abrazar y besar a Mary y me la llevo para echarnos una foto con ella en brazos, después no puedo evitar soltar alguna lágrima de nuevo, conseguido, es lo más duro que he hecho hasta ahora en mi vida deportiva.
Al día siguiente es la entrega de la camiseta finisher y la foto con todos los que hemos terminado, y por supuesto comida y cerveza que no falta siempre, nos van nombrando de uno en uno para ir a recogerla, este año además nos entregan una mochila de KAILAS espectacular, ya nos están invitando a correr de nuevo esta aventura...
Aprovecho para hacerme una foto con el ganador y que además ha roto el record, lleva ya 4 victorias, es Franco Colle, autóctono del valle de Aosta, vive en Gressoney, una de las bases de vida, es un ingeniero civil de 39 años que el año pasado tuvo que abandonar, el TOR es el TOR.
Ultima despedida con los amigos que hemos conocido de Barcelona en la carrera con una exquisita cena de pasta italiana y de Sergio de Almería antes de cenar, que se marcha para coger su vuelo.
Me despido de esta crónica dando las gracias a todo el Valle de Aosta y sus paisanos por tanto cariño, a los voluntarios y super-ultra-Mary, imposible sin ellos, a nuestro entrenador Eneko, por todo lo que hemos aprendido, especialmente desde el enfoque de entrenar a la vez que evitar lesiones,… y a todos los que me apreciáis y os habéis acordado en algún momento de esta aventura, todo suma y hace el equipo que hace falta para lograr las grandes metas.
Un millón de gracias y LARGA VIDA AL TOR.