Desde siempre las mujeres embarazadas han recibido infinidad de consejos sobre las prácticas más adecuadas durante el embarazo, aunque no siempre han sido correctos. Uno de los más extendidos era que la mujer debía guardar reposo durante los nueves meses del embarazo.
Hasta hace algunas décadas existía la creencia de que practicar deporte durante el embarazo podría ser perjudicial para la salud de la madre y del bebé. Sin embargo, infinidad de estudios han demostrado que nada más lejos de la realidad.
Afortunadamente estas recomendaciones han cambiado, y los profesionales de la salud y el deporte insistimos en que es importante practicar deporte también durante el embarazo. Numerosos estudios han demostrado de los múltiples beneficios que aporta tanto a la madre como al bebé.
El entrenamiento en mujeres embarazadas aporta fuerza y resistencia, muy beneficiosas durante la gestación y el parto.
Sin embargo, todos los deportes no son adecuados para todas las mujeres embarazadas. Tanto la intensidad como el tipo de ejercicios deben ser adaptados dependiendo de las particularidades de cada caso.
Por normal general, el entrenamiento y los ejercicios debe ser entre leve y moderado. Es importante tener en cuenta que las mujeres que no practicaban ningún tipo de deporte antes del embarazo deberán empezar de forma gradual. Este entrenamiento deberá estar guiado y controlado por un especialista en la materia para evitar riesgos.
No cabe duda de que, la gestación, es el momento perfecto para comenzar con un entrenamiento adaptado y para mantenerse en forma. Además, deberán practicarse aquellos ejercicios especialmente indicados durante este periodo para que no cause ningún tipo de problema ni a la madre ni al feto. Siempre de forma adecuada y controlada por un especialista.
El deporte, además de los indiscutibles beneficios físicos, aporta innumerables beneficios psicológicos. A continuación, te detallamos algunos de los principales beneficios que aporta el entrenamiento a mujeres antes, durante y después del embarazo:
El entrenamiento antes y durante el embarazo evita o reduce considerablemente el riesgo de sufrir molestias. Algunas de las más frecuentes durante el embarazo pueden ser la aparición de acidez, calambres o hinchazón en los pies.
El entrenamiento durante el embarazo reduce drásticamente la posibilidad de sufrir complicaciones durante el embarazo. Algunas de las complicaciones más frecuentes que puede sufrir una embarazada es la diabetes gestacional o hipertensión, entre otros.
El entrenamiento durante el embarazo ayuda a controlar el peso y a mantener una buena condición física. El exceso de peso puede conllevar la aparición de problemas de salud y complicaciones tanto en la madre como en el bebé. Esto también ayuda a la madre a sentirse más ágil y menos pesada durante estos meses.
El entrenamiento durante el embarazo también ayuda a mejorar la circulación sanguínea. Recordemos que, durante el embarazo, aumenta el volumen sanguíneo de la madre y esto puede provocar la aparición de algunos problemas como varices.
El entrenamiento durante el embarazo también ayuda a fortalecer la musculatura de todo el cuerpo. Esto contribuye a reducir las molestias más frecuentes como el dolor de espalda o cuello, por el aumento de peso.
También es fundamental el entrenamiento durante el embarazo para fortalecer los músculos del suelo pélvico. Esto es importante tanto para el momento del parto como para el postparto. Así es posible evitar futuros problemas como las pérdidas de orina.
El entrenamiento durante el parto tiene infinidad de beneficios psicológicos. Aumenta la sensación de bienestar, la autoestima, evita la aparición de estrés o ansiedad. En definitiva, ayuda a prevenir la aparición de depresión durante o después del parto.
El entrenamiento antes, durante y después del embarazo también ayuda a conciliar mejor el sueño y a conseguir un descanso mucho más reparador.