No hay ninguna duda de que hacer ejercicio tiene numerosos beneficios para la salud. Practicar deporte tiene infinidad de ventajas para nuestra salud, tanto física como mental, pero cuando lo haces al aire libre estas ventajas se multiplican.
No es que practicar deporte sea algo bueno para la salud, sino que se trata de algo fundamental para gozar de una buena calidad de vida. De hecho, la Organización Mundial de la Salud recomienda practicar, al menos, 150 minutos de deporte a la semana para permanecer dentro de los estándares de vida saludable.
Practicar deporte con regularidad es crucial para prevenir o reducir la probabilidad de sufrir determinadas enfermedades. Seguramente sabrás que, además de practicar deporte, es necesario compaginarlo con una buena alimentación, hidratación y descanso.
Practicar deporte al aire libre tiene numerosos beneficios psicológicos. Aumenta la vitalidad, mejora el autoestima y bienestar de las personas.
Al practicar deporte se liberan sustancias llamadas endorfinas. Este provoca sensación de felicidad, bienestar y mejora el estado de ánimo. Las endorfinas, al mismo tiempo, reducen los síntomas de estrés, ansiedad y depresión.
Además, está demostrado que las personas tienen niveles más altos de serotonina los días soleados. La serotonina está directamente relacionada con las emociones y el estado de ánimo. La luz del sol también ayuda mantener a raya los niveles de vitamina D.
La exposición a la luz natural durante el día ayuda a que tu reloj interno se mantenga en marcha y mejore la calidad del sueño.
Practicar deporte con regularidad contribuye a que mejore el descanso y la calidad de las horas de sueño. Al liberar el estrés, uno consigue estar más relajado y cansado a la hora de irse a la cama.
Esto influye en que descansemos mejor y, al día siguiente, tengamos más energía y estemos de mejor humor.
Practicar deporte en un entorno cerrado puede resultar aburrido. Hacerlo al aire libre nos ayuda a cambiar de ambiente.
En nuestro espacio disponemos de infinidad de posibilidades que contribuyen a reducir el aburrimiento, y son un estímulo para ejercitar tu cuerpo con diferentes estímulos que te harán disfrutar de cada entrenamiento.
Además de todos los beneficios que hemos mencionado anteriormente, no cabe duda de que uno de los principales beneficios es mejorar el estado físico.
Practicar deporte con regularidad nos ayuda a aumentar la flexibilidad, capacidad pulmonar, fuerza, etc. Esto se traduce en que conseguimos fortalecer los huesos y músculos.
La inactividad provoca que se debiliten los músculos y huesos del cuerpo. Además, con el paso de los años, se puede traducir en dolores y un deterioro progresivo de estos.
Estar en contacto con la naturaleza, ver la luz del sol y respirar aire puro son formas ideales de estimular y reforzar nuestro sistema inmunológico.
La vitamina D es aquella que nuestro cuerpo absorbe con la exposición solar. Esta es fundamental para conseguir absorción del calcio en el organismo, el desarrollo de los huesos para mantenerlos fuertes y sanos.
Practicar deporte al aire libre también nos ayuda a mantener un peso saludable y evitar el sobrepeso. Tener un peso controlado ayuda a evitar la aparición de determinadas enfermedades y reduce la probabilidad de sufrir lesiones.